Reflexiones para acabar el año.
Cuando quedan escasos días para que finalice el 2018. Cuando, sin duda, los años vuelan y se convierten en un instante, un momento fugaz. Cuando, cada uno cuenta los años como las ferias los toreros, según les va. Cuando queda un suspiro para terminar otros 365 días. Cuando estos son más cortos que lo habitual y pasan despiadadamente. Cuando empezamos a decir en las conversaciones “parece que fue ayer”. Cuando imitamos a nuestros padres y decimos “no sé dónde va a acabar esto”, y siempre acaba en el mismo sitio. Cuando empezamos una conversación con el “te acuerdas”. Cuando somos tan ingenuos de pensar que nuestros años fueron mejores. Cuando alguno dice la frase estrambótica de “que va pasar con esta juventud”. Cuando pensamos que siendo jóvenes nos comíamos el mundo. Cuando nos creíamos aquella frase de “que en nuestros tiempos había más respeto”. Cuando pensamos que nuestra generación se conformaba con cualquier cosa. Cuando damos por hecho, sin ningún criterio, que antes había más educación. Cuando decimos que mis argumentos se basan en la experiencia de los años vividos. Cuando expresamos esa frase filosófica de “ya verás cómo cambias cuando tengas mi edad y no piensas lo mismo que ahora”. Cuando hacemos estas reflexiones u otras parecidas es cuando, realmente, nos hacemos a la idea que se acerca el fin del año y empieza uno nuevo, o al menos, así me lo parece. Un saludo
