Francisco Escribano Zardoya in memoriam.
Ahora que celebramos el 50 aniversario del IES
“Benjamín de Tudela”, es el momento apropiado para reivindicar la figura de
Francisco Escribano Zardoya. Natural de Ablitas. Catedrático de filosofía del
I.E.S “Benjamín de Tudela”, era mi tío. Una persona culta e inteligente,
licenciado en Filosofía y teología por la Universidad de Comillas, y Licenciado
en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid. Curso periodismo en la
Escuela de Periodismo de la Iglesia en Madrid. Fue dos veces seleccionado para
el premio Nadal de novela. Admirador de Dostoievski, pero más cercano a
Steinbek y Cholojov a la hora de escribir.
Fue director del Instituto
“Benjamín de Tudela” durante la Transición. Vivió con toda su crudeza la
ambición por el poder de los que se creían en posesión de la verdad. Aquellos a
los que él denominó “los del síndrome del
cambio”. No tuvo tiempo, pues murió en 1984 para ver la mutación ideológica, e
incluso como entraban en desgracia política los que le negaron su confianza en
el claustro de profesores. Aquellos que defendían el “buenísimo” de unos
alumnos que controlados ideológicamente por los más listos, enseñaban sus
garras en lo que acabo siendo la “kale borroca” en los 90. Aquellos vividores que mandaban a hacer irrespirable
el ambiente del centro y no entendieron su enseñanza.
Hace años coincidí con uno de los
líderes que atacaban a mi tío en Peralta, y le hacía sentadas en los pasillos.
Me dio pena como persona, y sufrí muchos como profesor. En definitiva, la
historia como decía aquel filósofo, en el precioso libro el 18 de Brumario se
repite dos veces, una como tragedia, que fue la vejación a la que sometieron a
Francisco Escribano Zardoya, y otra la falsa de los que se han quedado
huérfanos de ideología, y están ahora en las antípodas de lo que defendieron
entonces. Allá desde el cielo os ha perdonado, seguro.
Francisco Santos Escribano.
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