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sábado, 13 de mayo de 2017


Por mi parte, un placer.


Es muy probable que algunos respiren aliviados, puesto que se acerca el final del curso. Sin duda, ha sido muy intenso y duro, y el futuro que se os presenta incierto, pero a la vez apasionante.
Las nuevas experiencias que comenzáis a vivir, a partir de este momento, no tiene parangón con este año ingrato, tenso, tedioso, donde el estrés y la asignaturas impuestas, así como la propia dinámica del mismo, hace que la pesadez sea un losa que no aprieta hasta ahogarnos.
Si a esto añadimos, al tutor, un poco plasta, que no ayuda con su retórica diaria, y frases paradigmáticas como que “podéis mucho más”, “no os organizáis bien”, “aprovechar el tiempo” etc. La situación se complica.
Ahora que los resultados se me antojan buenos y dignos, pido disculpas por ser tan constante, permanente, agobiante, como dicen en la Ribera “cansino”.
Mañana, el futuro. A lo lejos, y acercándose con sigilo comienza “el sueño universitario” o los ciclos superiores. Nuevas gentes que conocer, y nuevos profesores que aguantar. Los tendréis bueno, brillantes, malos, pedantes, pero en el fondo, lo importante es salir, ver otros espacios. Hay vida más allá de Montes de Cierzo. Y Sobre todo, estar  bien formados en lo personal para conocer con más precisión el mundo, y seguramente, entenderlo mejor.
Vosotros, no lo dudéis por un instante, soy el futuro, y yo el pasado reciente. La historia breve de un año de vuestra vida.
No es una metáfora decir que siempre os llevaré dentro de mí, y miraré con avidez las notas de prensa esperando vuestros triunfos: “a ese alumno le di clases yo”. O desoiré la voz de Carrefour, que dice caja número 9, y me iré a las 6 donde hay una exalumna.
Tampoco está de menos, como consejo de una persona que ha pasado por todos estadios de la formación académica, decir que tenéis que estudiar, trabajar con cabeza, buscar la excelencia. La universidad es el laboratorio de la vida. Cuidaos las espaldas pues “la sombra de Caín” también está por las facultades y los campus.
Además, instruiros por vuestra cuenta, leer, sentir placer por el saber, pues es la única receta para el triunfo, y sobre todo para los que pertenecemos a la clase social de los “otros”, frente a los “unos”. Ya sabéis que sólo hay dos clases sociales: los unos y los otros.
Pero, a pesar de las horas de sueño, de los exámenes, de la angustia existencial que general el ritmo de los estudios, sobre todo, ser felices, pues la vida, no es engañéis, es el presente.
No hay mejor antídoto para el triunfo que disfrutar de lo que se hace y ponerle pasión. Sentir y trasmitir el conocimiento forma parte del desarrollo intelectual. Es decir ponerse el mundo por montera.
No obstante, qué nadie os venda humo. Sed vosotros mismos. Tener personalidad, y no dejéis que el flautista de Hamelin, sin criterio, os diga lo que tenéis que hacer. En definitiva, no dejéis de perseguir sueños, si no la vida es un vacío existencial. Haced caso a John Lennon cuando decía “puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único. Espero que algún día te unas a nosotros y el mundo vivirá como uno solo”.
Por último, sois buenas personas, soy buena gente. Aprovecharos de esa cualidad y salir a la calle a comeos la vida, y nunca os pongáis de perfil ante los problemas. Ir siempre de cara ante la adversidad. Por eso, hoy empieza un nuevo día, y a partir de ahora no escuchareis los ecos del tutor. Es un  nuevo amanecer en vuestra vida. Como diría el gran cantautor, mi adorado Bob Dylan “Ayer es sólo un recuerdo; mañana nunca es lo que se supone que es”. Aquí me quedo yo esperando a los nuevos. Suerte



lunes, 1 de mayo de 2017


Las fuentes documentales y el origen de la historia: Visita al Archivo diocesano.

Los días 25 y 27 de abril  hemos realizado  una visita al Archivo Municipal de Tudela y al Archivo Diocesano de Tudela con los alumnos de 1º D de bachillerato, los alumnos de Geografía e Historia de Navarra, y 4º de la ESO. En la misma participan los profesores Francisco Santos, Pablo Ijalba, Isabel Haro y Ana Ibarra.
Sin dudas, la experiencia es interesante pues los alumnos disfrutan contemplando “papeles viejos” que guarda y custodian nuestro pasado.  La historia que aparece en su libro no tiene sentido sin las fuentes documentales primarias que han podido ver y disfrutar. Como decía metafóricamente el gran historiador francés de la Escuela de Annales Lucien Febre en sus Combates por la Historia, “ Es preciso que penetréis en el viejo palacio silencioso donde la historia duerme animada por la lucha, cubierta de polvo del combate y de la coagulada sangre del monstruo vencido, y que abriendo las ventanas de par en par con la sala llena de luz y restablecido el sonido, despertéis con vuestra propia vida, con vuestra vida caliente y joven, la vida helada de la Princesa dormida…”
Además, es importante conocer el patrimonio de la Ribera de Tudela, y sobre todo la labor que realizan sus archiveras, que siempre, nos atiende por encima de su labor encomendada. Es necesario reconocer su buen hacer, y la didáctica que despliegan para enseñarnos el Archivos siempre que vamos los miembros del  IES “Valle del Ebro”. Es necesario agradecer a Beatriz Pérez, directora del Archivo Municipal de Tudela, y  a Mercedes Terrén Miramón responsable del Archivo Diocesano su profesionalidad, esmero y pasión por mostraron la joyas que albergan.
En los últimos años, no hemos podido visitar el Archivo Diocesano de Tudela, pero  este año han vuelto abrir sus puertas, y la experiencia ha sido de gran nivel. Durante la misma, Mercedes nos enseñó los fondos documentales y las técnicas de conservación. Pudimos contemplar los pergaminos de los siglos XIII y XIV. Además, nos mostraron los procesos del Santo Oficio (la Inquisición), así como partituras del coro de Santa María la Mayor de Tudela. Por otro lado, pudimos ver información relativa a los diezmos, primicias, donaciones eclesiástica, monasterios, conventos y distintas parroquias de la Ribera.
Por último, la visita a los libro de cantos gregorianos fue una sorpresa para los alumnos que pudieron comprobar  las partitura antiguas, y las anotaciones distintas a las que ellos aprenden en clase de música. En estos gigantescos libros se recoge toda la oración cantada sacra que forma parte del devenir eclesiástico de la Ribera Tudelana.

En definitiva, nadie Salió defraudado de la visita pues, el material que se visualizó pocos puede presumir que lo han visto como los 

alumnos del IES Valle del Ebro.























Despedida de la clase de 2ªA de bachillerato del IES "Valle del Ebro"

  2ºA. Todo pasa inevitablemente  Sobrevivir a este bachillerato, con las clases a última hora, y sin tener que tomar paracetamol para el do...