El asalto al comunal en Navarra.
En el temario de Historia de España de 2º de Bachillerato en Navarra hay una cuestión
fundamental que siempre se pasa de “puntillas”, y evidentemente, marca la
conflictividad social en nuestra Comunidad durante el siglo XIX y la primera mitad del
XX hasta después de la Guerra Civil. Es decir atraviesa el curriculum del temario
afectado a la cuestión social y económica durante dos siglos, y a penas se profundiza
en los libros de texto.
En este contexto, la primera guerra carlista de 1833-1839, es unos de los puntos
de partida pues supone la rebelión del las fuerzas contrarrevolucionarias partidarias
del Antiguo Régimen contra el cambio liberal, siendo uno de los espacios de la
memoria a tener en cuenta en el curriculum de nuestra comunidad autónoma.
Este acontecimiento bélico no triunfa en toda España. Pero sin embargo, en una
parte de Navarra, concretamente en las agrestes sierras de las Amézcoas, encuentra
apoyo y calor este movimiento carlista. De hecho, sus dirigentes planifican una
estructura política que se asemeja a un gobierno paralelo al oficial para organizar la
guerra en nuestra provincia. Así, se reúnen en Aguilar de Codes, en la casa de
Iturralde, y crean ese embrionario poder: la Junta Gubernativa Carlista de Navarra.1
En este contexto, se inicia una lucha sangrienta, que tiene como escenario más
importante, dentro de Navarra, el Noroeste de nuestra región. Incluso, la ciudad de
Estella, acoge la sede real del pretendiente al trono Carlos V.
No obstante, ser el punto neurálgico de las operaciones no supone muchos beneficios
en el orden material. Es evidente que sucede todo lo contrario, pues imponen una
economía de guerra violenta, basada en la extracción de hombres, víveres, y todo tipo
1
En un primer momento los miembros de la Junta fueron: el Conde de Villemún (Luis
Penne), Juan Echeverría (Presbítero beneficiado de Los Arcos), Juan Marichalar, Benito
Díaz del Río, Martín Luis Echeverría, como secretario Florencio Sanz Baena. Sobre su
formación puede consultarse a ZARATIEGUI, J. A. Zumalacárregui, Madrid. 1845, p. 62
Francisco Santos Escribano La Primera Guerra Carlista en Navarra y sus consecuencias: Las
ventas de “Corralizas”, otro modelo de desamortización
ISSN 1989-4988 http://www.claseshistoria.com/revista/index.html 3
de servicios indispensables, para mantener este conflicto, financiado sobre el terreno,
durante seis años.
En otro orden de cosas, la ocupación carlista de una parte del territorio navarro,
no excluye, evidentemente, al resto de la región de los esfuerzos económicos de la
contienda. En este contexto, el ejército regular carlista, dirigido por el General
Zumalacárregui se enfrenta al Ejército del Norte mandado por sucesivos generales,
siendo el último, y más eficaz el General Espartero. Éste mantiene a buena parte de
su tropa, en el sur de nuestra provincia y la capital: la zona Media, la Ribera y
Pamplona.
Por último, los seis años de la contienda que finalizan con la “Paz de Vegara”, no
trae la tranquilidad para la población de Navarra, puesto que sufren las consecuencias
de una enorme deuda que hay que pagar a los acreedores. Para hacer frente a la
mismo, se impone un solución basada en la venta de terrenos comunales y de propios
que, a la postre acarrea problemas sociales graves en el campo navarro a lo largo de
la segunda mitad del siglo XIX, y primera mitad del XX, siendo el exponente más
violento la guerra civil de 1936-1939.
Para reforzar los argumentos os dejo con la conferencia que ofrecí en Cascante (Navarra) la primevera pasada.
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