Despedida de 2ºD
Despedida:
“Sin duda lo intente”.
Si
alguno de vosotros piensa que sólo busco o me interesan las buena
notas, como diría Tomás os digo “no
mientas”.
No sólo de notas vive el hombre. Hoy, no os voy o criticar, hoy no
voy a gritar, hoy no me voy a enfadar. He fracasado como tutor en el
aspecto académico, pero os puedo decir de todo corazón que habéis
sido una gente genial. Yo durante todo el año, me he ceñido a mi
papel, ser tutor y luchar porque esto salga adelante. Pero vosotros
habéis hecho lo que os ha dado la gana. No os voy a criticar, lo he
dicho al principio y lo mantengo, me parece que sois libres y estáis
en vuestro derecho. Además, cada uno tiene una meta.
Sin
duda, sois buena gente, nunca lo he dudado, y yo os aprecio, pero con
el corazón en la mano os digo que os sacudáis la tontería
adolescente, y luchéis por una idea en la vida. No sólo en los
estudios, sino en el devenir cotidiano. Nadie dijo que hacerse mayor
fuera fácil. Nadie ha inventado un libro donde se explique que hacer
cada uno con su vida. Nadie tiene la varita mágica ni la bola de
cristal. No dejéis que os engañe nadie, que no os den “gato por
liebre”. Pero para eso hay esta formados y preparados. Los desafíos
del futuro no son sencillos. Lo sé por experiencia. Cuando salí de
la universidad me parecía que me comía el mundo, pero la realidad
era otra distinta. Ser felices es lo importante. Pero, proyectarse al
futuro con una meta, a mí personalmente, me parece parte del sueño
de la felicidad.
Una
cosa que no soporto de nuestra clase es el espíritu de derrota.
Cuando las cosas van mal me hundo en la miseria y no intento luchar
por mejorar. Si no puedo ir a la universidad, haré un ciclo
formativo, no porque me guste. Esta no es la actitud en la vida. Así,
no se puede funcionar. Hay que lucha con dos “cojones” o dos
ovarios por superarse, para comerse el mundo, para lograr las
propuestas.
Yo,
os echare de menos a todos, por vuestra particular forma de entender
los estudios, por vuestra forma de ser, por vuestra personalidad. O,
por buscar la vuelta a todo. Sois honestos, muy nobles, pero a veces
ser honrado te lleva a ser vulnerable para los más espabilados, esos
que viene vendiendo humo con cierto estilo y un poco de mala
información en las redes sociales.
A
partir de ahora, lo que hagáis hacerlo con convencimiento, no porque
os obliga nadie. Si os equivocáis la culpa que sea vuestra y no del
que te dijo lo que debía o no hacer. Y un consejo desde la
experiencia, viajar, salir del pueblo, pues más allá de Montes de
Cierzo y la Bardena hay vida, mucha vida.
Dentro
de unos días cuando vuelva al aula a ver los desperfectos para
rellenar el informe y me siente aquí sólo, seguiré oyendo los ecos
de vosotros. Veré a Berbixe pensando que ha estudiado mucho, a María
cabreada, a Alejandra preocupada por su vida, Elsa intentando
centrarse, Diego lamentándose de no haber hincado los codos, Iago
pensando que podía haber hecho más, Juan Alberto con su
inteligencia y su vagancia, a Zaira con el 10 de historia a cuestas,
a Pablo con su arte, talento y picardía, a Daniel cabreado con el
mundo, a Leyre soplando por haber terminado, a Patricia con esa
mirada de resignación como si el curso fuera un suplicio, a Ander en
su mundo, a Tomás echando a perder un año, pero feliz, a Luis
aspirando a metas mayores a pesar de lo poco que se ha esforzado, a
Paula pensando en su magisterio como si fuese un liberación del
instituto, a María Jesús con la contabilidad en su grado de
económicas, a Estefanía diciendo que “hago todo lo que puedo”,
a Iker lo veo disfrutando de la historia con buenos profesores no
con el peñazo éste, a Gonzalo haciendo algo que le llene, y a
Yhuliana poniéndose las pilas para el nuevo año. Así, cuando esto
ocurra cerrare la puerta y me iré a esperar a los nuevos con otra
inquietudes, y con otros problemas. Recordar esta frase que os voy a
decir de Benjamin Franklin “La
felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de
suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que
ocurren todos los días”.
Os deseo toda la suerte del mundo y que seáis felices.
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